Álvaro del Solar regresa de Europa para recibir su parte de la herencia familiar que la abuela Victoria Seoane del Solar decidió repartir en vida entre todos sus nietos. Pero se encuentra con una sorpresa: es el único que no va a recibir un solo peso. Su abuela considera que Álvaro, adolescente perpetuo, ha demostrado ser bueno solamente para gastar el dinero de la familia y no ha hecho mérito en su vida para merecerlo. La única posibilidad de recibir su parte será demostrar que puede construir algo propio, interesarse por los demás y administrar sus bienes como una persona adulta que es.
martes, 22 de diciembre de 2009
Historia
Etiquetas:
Rincon de Luz
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